Dividendos en bolsa

dividendosEl reparto de dividendos se ha constituido en uno de los reclamos para que los pequeños inversores acudan a los mercados de renta variable. Esto es así, porque reparten un pago entre sus accionistas de entre el 2% y 8%, en función de la política remuneradora de cada empresa cotizada en los mercados bursátiles. Y que hace que los ahorradores puedan crear un producto de renta fija dentro de la variable. En momentos, como el actual, en que la rentabilidad de los principales productos de ahorro (imposiciones a plazo, pagarés bancarios, etc.) se encuentra bajo mínimos históricos y rara vez superan el umbral del 1,50%, es una alternativa para apuntalar los ahorros.

 

Como en toda estrategia bursátil, esta opción proporciona grandes ventajas a los inversores, pero tampoco conviene desestimar los inconvenientes que genera esta estrategia para manejar los ahorros de los usuarios. Conviene analizarlos, y una vez que se hayan puesto en la balanza todas sus aportaciones, será el momento de inclinarse o no por acudir a los valores que reparten un dividendo entre sus accionistas.

 

Como elemento positivo destaca que puede compensarse las pérdidas a través de los dividendos acumulados durante años, especialmente en las inversiones a medio y largo plazo. También supondrá decantarse por empresas solventes que reparten los beneficios entre los accionistas. Y de las que están exentas las empresas más especulativas, o sencillamente que todavía están de fase de crecimiento. Y en tercer lugar, porque va desarrollando una bolsa de liquidez en la cuenta de los accionistas, que pueden recibir este pago semestral, bimestral o anualmente.

 

Pero al contrario, y como elemento disuasorio para su contratación, hay que indicar que el pago que realizan las empresas se descuenta inmediatamente de su cotización, aunque normalmente los recuperen a las pocas sesiones bursátiles. También limitan la capacidad de operar por parte de los ahorradores, descartando otras acciones procedentes de compañías con una buena perspectiva de revalorización, pero que no cuentan con esta remuneración. Y, por último, en algunos casos el pago es tan minúsculo que pocos efectos tendrá en la cuenta de sus titulares, a no ser que la inversión realizada sea muy agresiva.