Bolsa ¿qué hacer con nuestros ahorro durante el verano?

bolsaLlega un año más el verano, el tiempo en que la mayoría de ciudadanos se trasladan a otros destinaos para disfrutar de sus vacaciones junto a sus seres queridos. El principal problema que se les plantean es qué hacer con la bolsa, y especialmente con sus ahorros durante el verano. ¿Es mejor tomar posiciones en estos mercados o, por el contrario, será más aconsejable estar en situación de liquidez?

El mes de agosto es precisamente uno de los más volátiles de todo el año, y suele haber movimientos muy abruptos, tanto en un sentido como en otro. Ante este complicado escenario, lo más recomendable es estar en liquidez y esperar a nuestra vuelta para ver si vamos a tomar o no posiciones en ellos.

Es preferible pasar los días de vacaciones tranquilamente junto a los tuyos, sin ningún problema que enturbie la tranquilidad de unas felices vacaciones, y muchos menos que estemos pendientes de los vaivenes de los mercados bursátiles, que si los precios bajan, suben o las noticias que afectan a su cotización.

Ya habrá tiempo a la vuelta de las vacaciones, hacia el mes de septiembre para meditar que estrategia tomaremos en función del estado de los mercados de renta variable, y muy especialmente de los bursátiles. Incluso durante este meses podremos abstenernos de tomar posiciones, y esperar al último trimestre para operar.

Tradicionalmente este trimestre del año es uno de los más alcistas del año, en donde las subidas por lo general son generalizadas, y en donde se desarrolla el ya tradicional rally de navidades, muy propicio para obtener buenas rentabilidades en nuestras inversiones.

No en vano, en muchas ocasiones, la mayor ganancia es no estar invertido ante lo que pueda pasar en los mercados financieros, y es lo deseable para los meses de verano, en donde la negociación de los títulos desciende considerablemente y hace que puedan dirigirse con mucha virulencia hacia uno u otro lado.

Y en donde lo mejor es ver los toros desde la barrera, para evitar algún susto que desequilibre nuestras cuentas personales.