¿Que son los chicharros?

valores especulativosBajo esta sorprendente denominación se esconden una serie de valores en el mercado continuo nacional que se caracterizan por unas constantes muy definidas en todos ellos. Son muy volátiles, ya que de pronto pueden revalorizarse en más del 10%, para a las pocas sesiones bursátiles caer sus precios con la misma intensidad. Asimismo, su capitalización es muy baja y son muy pocos los títulos que se negocian en el mercado bursátil, de forma que puede ser manipulados muy fácilmente. Como consecuencia de ello, a veces es muy difícil tomar posiciones en estos valores, y por las mismas razones, formalizar las ventas.

 

Generalmente coinciden con empresas en fase de expansión o que desarrollan líneas de negocio nuevas, y que en cualquier caso no presentan cuentas empresariales saneadas, sino que por el contrario basan su oferta en las expectativas de sus modelos de negocio. Por todas estas peculiaridades son un terreno abonado para que los inversores más especulativos operen con ellas. No en vano, pueden obtener amplias plusvalías en pocas sesiones bursátiles, incluso en el mismo día, pero también con el riesgo de perder buena parte de sus aportaciones.

 

Su comportamiento en bolsa, por otra parte, no es seguido por los brokers o intermediarios financieros, de ahí que sea más difícil asignarles un precio objetivo a sus acciones. Tampoco los medios especializados y los analistas bursátiles prestan mucha atención a estas empresas, generando una ausencia de información, tanto desde el análisis técnico como fundamental, que sirva para apuntalar la decisión del pequeño inversor sobre si es conveniente o no tomar posiciones en las empresas.

 

Son, en definitiva, valores únicamente aptos para los inversores más experimentados en los mercados financieros, en la que puede doblarse o triplicar los precios de compra con cierta facilidad, pero con el indudable riesgo de arruinarse si se compran muchos títulos. En ningún caso reparten dividendos, no están incluidas en el índice selectivo bursátil y son muy receptivas a la aparición de rumores, en muchos casos infundados, que generan oscilaciones muy fuertes en la evolución de sus precios, conformado lo que popularmente se denominan como “chicharros”.