Entidades financieras «éticas» (V): Oikocredit

Hasta el momento, en el repaso a las entidades financieras “éticas”, todas las que he abordado trabajaban tanto el lado del activo como el del pasivo en el territorio donde operaban. En esta ocasión me voy a referir a una distinta en este sentido: Oikocredit, ahorro “ético” de países “desarrollados” destinado a naciones del Tercer Mundo o “vías de desarrollo” (no me gusta la terminología, pero creo que se me entiende mejor así).

Dicho de otro modo, y tal y como luego veremos, Oikocredit capta recursos en nuestra sociedad, en España, destinados a financiar iniciativas en lo que genérciamente denominan el Sur (America Latina, Africa, Asia, Europa del Este, etc…). Oikocredit podría denominarse perfectamente como Banco Cristiano de Desarrollo.

¿Qué es Oikocredit?

Oikocredit nace en 1975, a raíz de una iniciativa aprobada por el Consejo Mundial de Iglesias en 1968. Veamos cómo se definen en su web:

Oikocredit Internacional es una cooperativa mundial fundada en 1975 que promueve la justicia global animando a personas, iglesias y otros grupos a compartir sus recursos a través de inversiones socialmente responsables y apoyando a personas necesitadas mediante crédito.

Y en sus estatutos:

El objetivo de OIKOCREDIT es movilizar crédito financiero y recursos que fomenten aún más el desarrollo de las regiones pobres del mundo. Los recursos financieros deberán provenir de las iglesias miembros del Consejo Mundial de Iglesias y de aquellas que igualmente acepten el desarrollo sostenible como un proceso de liberación por medio del crecimiento económico, la justicia social, la independencia y la protección del medio ambiente.

Empecemos por el principio, el Consejo Mundial de Iglesias es una organización internacional de iglesias cristianas, protestantes, que apuestan por el ecumenismo (la unidad de los cristianos). En el mismo no participa la Iglesia Católica, aunque sus relaciones con ellas podrían calificarse de óptimas, contando con representantes permanentes.

La idea de Oikocredit es apostar por el crédito como herramienta de transformación social, de justicia social tal y como ellos mismos indican. Frente a las donaciones, apuestan por crear una organización destinada a captar un ahorro solidario que va a financiar iniciativas en las zonas más desfavorecidas del globo.

Para ello constituyen una cooperativa en Holanda (supongo que los motivos históricos y financiero-fiscales se entrelazan), de la que sólo pueden ser socios las iglesias y sus organizaciones vinculadas, asociaciones de apoyo, y entidades seleccionadas por la propia cooperativa.

¿Cómo se organiza Oikocredit?

Una vez tenemos claro cómo nace Oikocredit y su naturaleza, repasemos por un momento en cómo se organiza.

Oikocredit, cuyo nombre completo es OIKOCREDIT, Ecumenical Development Cooperative Society U.A (“Oikocredit”), y también conocida como Oikocredit International es la Cooperativa de la que hemos hablado. carece de ficha bancaria, pero tal y como la hemos definido, viene a ser un banco de desarrollo. Cuenta con 864 socios, 45.000 inversores, y con un saldo vivo en prestamos de 522 millones de euros, siendo el país más favorecido la India y la zona, América Latina.

Ya hemos visto quienes pueden ser socios, básicamente entidades vinculadas a las iglesias, pero también los socios de proyectos (las organizaciones locales a las que se ha prestado dinero) que se hayan desarrollado satisfactoriamente. Todos ellos tienen un voto, con independencia del capital aportado a la cooperativa.

¿Y las personas físicas o jurídicas? No pueden ser socios directamente. Si quieren formar parte del proyecto tienen dos alternativas:

  • Hacerse socios de algunas de las asociaciones de apoyo regionales distribuidas por el mundo: captaran su capital y lo invertirán en Oikocredit, siendo ellas los socios de la cooperativa. La influencia de estas personas en Oikocredit será indirecta, a través de su participación y voto en las asociaciones de apoyo. En España hay tres de estas asociaciones: Cataluña, Euskadi y Sevilla
  • Si en su zona no hay ninguna asociación de apoyo, invirtiendo a través de la Fundación Accionarial Internacional Oikocredit (algo similar, curiosamente, al mecanismo descrito para Triodos Bank).

En el otro extremo están las oficinas regionales, formadas por personal local (no se apuesta por los voluntarios desplazados), que son las que evalúan, aprueban y siguen los proyectos financiados. Es loable la apuesta por el poder de decisión local, pero me gustaría ver como casa con las disponibilidades financieras y con la multiplicidad de demandas de distintas oficinas regionales.

¿Cómo invierto en Oikocredit?

Oikocredit viene a funcionar de un modo similar al que describíamos para Coop57. En Oikocredit no se ahorra, se invierte a través de las asociaciones de apoyo, con una cantidad mínima de 200 euros, que es valor de un participación de Oikocredit, ya que de hecho la asociación lo que hará será comprar dichas participaciones.

El inversor por tanto, se convierte en un socio participe de dicha asociación de apoyo a través de la firma de un contrato. Dicha incorporación le confiere los siguientes derechos:

  • Derechos económicos: a recibir un retorno de su inversión, en función del dividendo que apruebe Oikocredit anualmente (no más del 2%, y puede ser menos). Dicho dividendo es abonado por Oikocredit a la asociación, su accionista, y ésta se lo traslada al socio partícipe. Pasado un año de su inversión, puede solicitar el rescate de su inversión, a través de la amortización de sus participaciones (plazo estimado de 15 días).
  • Derechos políticos: ya hemos dicho que no tienen derechos políticos en Oikocredit, pero sí en la asociación de apoyo.

Conviene tener claro que ha habido años 8escasos) en que no ha habido retorno de dividendos. Y lo que es más importante, que aunque hasta el momento no ha ocurrido, en caso de perdidas es posible que las participaciones vean minorado su valor, lo que implicaría una perdida para el inversor.

Obviamente, dichos rendimientos son declarados a Hacienda, y tienen su correspondiente retención como Rendimientos del Capital Mobiliario (vamos, como los de una cuenta corriente cualquiera, que no los de una acción).

Además, podemos ser socios protectores, es decir, contribuir a fondo perdido a los gastos de la asociación de apoyo (recordemos que como socios participes el 100% de nuestro dinero va a comprar participaciones de Oikocredit), y también colaborar como voluntarios.

¿Cómo financia Oikocredit?

Recordemos varios principios básicos para entender cómo financia Oikocredit:

  • Financian a países del Sur, en vías de desarrollo, etc. Existe una disociación clara entre zonas captadoras de recursos y zonas inversoras. Extraordinariamente financian iniciativas en los países ricos para proyectos de comercio justo.
  • No financian a personas físicas. Financian proyectos de cooperativas, asociaciones, etc…de 60.000 euros para arriba, apostando buena parte de su balance en el desarrollo de cooperativas de microcrédito (más fáciles de gestionar al ser volúmenes grandes).
  • La aprobación del proyecto se hace en las oficinas regionales.
  • Los plazos suelen ser más largos que los ofrecidos en dichos países por la banca convencional (hasta 10 años), tipos más bajos (hasta un 9%), y en ocasiones se apuesta pro la divisa local, comnpartiendo Oikocredit el riesgo con el prestatario gracias a un Fondo nutrido con donaciones que “asegura” el riesgo de cambio.
  • En ocasiones se exigen garantías más allá del propio proyecto, por ejemplo patrimoniales de los gestores del mismo, o de instituciones locales. Y si hay que acudir a los tribunales, se acude.
  • Más allá del contenido financiero, se presta asistencia técnica para el desarrollo de los proyectos, especialmente cuando estos entran en dificultades.

Valoración final

Me resulta especialmente interesante que se enfoque la ayuda al desarrollo por la vía del préstamo y no por la de las subvenciones o donaciones. la propia configuración del préstamo como herramienta de control del buen uso de los recursos y de la viabilidad los proyectos, el establecimiento de hitos temporales (el pago de las cuotas) que permiten detectar cuando las cosas se desvían, me parece algo sumamente positivo.

También lo es la participación de la gente en el mismo, sin el que difícilmente sería viable. Es clave a la hora de la captación de fondos, de la aplicación de los mismos, o del seguimiento técnico de las inversiones. En este sentido, y aunque inicialmente la estructura del accionariado podría recordarnos un tanto a la de Triodos, en última instancia hay una fuerte diferencia, y es que aunque sea indirectamente y en escasa medida, los accionistas reales de Oikocredit tienen voz y voto(delegados).

Pero es que además, creo que su vinculación con el Consejo Mundial de Iglesias, y en general con el ecumenismo cristiano, queda sustancialmente clara, contribuyendo a que me crea en mayor medida que los criterios de elección de la financiación no tienen en cuenta factores religiosos.

Otra cosa distinta, pero ya es algo que se escapa de la finalidad de este blog, es que el Consejo Mundial de Iglesias sea una organización que me entusiasme, o que me preocupe la participación de Oikocredit en temas de activismo político. Es un riesgo que se repite en muchas de las organizaciones financieras “éticas”.

Por otro lado, me llama poderosamente la atención como desde una organización “ética” se ha optado por una estructura fiscal muy eficiente, por decirlo de un modo fino. Es cierto que Holanda tienen una vinculación clara con el Consejo Mundial de Iglesias, pero no deja de ser gracioso que se opte por una sociedad holandesa, un clásico de aquellos que quieren pagar menos impuestos a través de una fachada respetable de domicilio social en la UE.

Por otro lado, la tasa de morosidad está ascendiendo (en el 2011 rozó el 10%), y habrá que ver hasta que punto la crisis que azota nuestros países no acaba descargando en las regiones donde invierte Oikocredit. En este sentido, cambios de estrategia, como apostar por el capital riesgo ético o por las lineas de crédito me preocupan, pues suponen un menor control del riesgo que la exigencia de la cuota periódica del préstamo.

En El Blog Salmón | 14 entidades financieras “éticas”, Entidades financieras “éticas” (II): Fiare
Más información | Oikocredit, Oikocredit Catalunya, Informe anual 2011


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