Invertir en metales preciosos (oro, plata, platino, paladio…) se ha constituido en una nueva fuente de inversión, en donde cada vez acuden mayores ahorradores para rentabilizar su patrimonio en sus mercados de cotización. Pueden generar importantes plusvalías, aunque su riesgo es también más acusado, y de ahí las ciertas precauciones para tomar posiciones en sus mercados. La volatilidad es el denominador común de todos los metales que cotizan en los mercados financieros. Y que incluso actúan como valores refugio en situaciones de gran inestabilidad económica y política por la fortaleza de estos activos.
Pero, ¿cómo pueden contratarlos los pequeños y medianos inversores? Pues a través de diversos productos que operan con estos mercados tan poco convencionales. Principalmente con los fondos de inversión, ya que algunas gestoras basan su cartera de inversión en alguno de estos metales. También por medio ETF,s basados en estos metales, y que proporcionan una toma de posiciones aún más directa con estos activos financieros.
Y en tercer lugar, y por lo respecta a el oro en concreto, por medio de la compra física del metal amarillo, que bien puede formalizarse a través de la compra de lingotes, como de artículos en joyería. Todos los inversores pueden acceder a sus adquisiciones, y con la esperanza en que revaloricen al cabo de los años. Tratándose también de una inversión utilizada en aquellas situaciones en que la evolución de las principales economías no se desarrolla en las sendas de crecimiento.
En cualquier caso, se conforma como una alternativa real para la inversión que disponen en cualquier momento los usuarios bancarios, y que pueden incluirla en su cartera de inversión, aunque en una proporción minoritaria, para protegerse de las fuertes oscilaciones de sus precios y por los riesgos que conlleva. Y que fundamentalmente está dirigida a un perfil de ahorrador más bien agresivo, que quiere dotar de una alta rentabilidad a sus inversiones. No obstante, requerirán un alto conocimientos de estos mercados, ya que de no ser así podrán desarrollar movimientos no esperados en su patrimonio. Y que incluso podrán consultarlo con su banco para que les den con la respuesta acertada a su demanda.