Gestión pública o privada de la sanidad, educación o pensiones

Dejo a continuación una serie de interesantes comentarios de Antonio España para reflexionar sobre la gestión pública o privada de la sanidad, educación , pensiones etc..:  
 James M. Buchanan lo vio muy claro, no se puede garantizar que políticos y burócratas sean seres puros, pero sí se puede limitar el daño que pueden hacer. Es decir,  no hay manera de garantizar que en lo público los gestores sean buenos. En lo privado tampoco, porque el error es humano, pero en lo privado, si no se satisface las necesidades de las personas las empresas quiebran y los malos gestores se van a la calle. En lo público, los políticos y los malos gestores no los echamos ni con agua caliente, porque el sistema favorece que se perpetúen en el cargo…
Por otro lado, no hay que olvidar que público = coacción y la coacción es justamente lo contrario a la libertad.   
Nadie garantiza que no haya golfos ni en uno ni en otro sitio, pero los golfos en lo público pueden hacer mucho más daño (1) porque lo hacen con el dinero de todos, obtenido mediante la fuerza o la amenaza de la fuerza y (2) porque no podemos sustraernos a sus acciones, precisamente por basarse lo público en la coacción y no en acuerdos voluntarios.
Desde el momento que otorgas a alguien la discrecionalidad de usar el fruto de tu esfuerzo según su mejor criterio, estás expuesto a que éste lo utilice en su propio interés, que puede o no ser coincidente con el tuyo.
P.d Suelen caer en el error los que defiende la gestión pública de que »  lo público tiene el objetivo de redistribuir el esfuerzo de todos de manera equitativa, los recursos que entre todos hemos generado: pensiones, sanidad, educación, etc… de manera que todo el mundo tenga una oportunidad independientemente de sus circunstancias personales» pero no saben que lo que distribuye realmente es la miseria y la pobreza entre todos. 
Eso de que la función del estado es redistribuir la riqueza es opinable. Quizás lo sea del estado socialista (con éxitos palpables en Corea del Norte, Cuba, Venezuela o la extinta URSS) pero de un estado liberal, desde luego.
Y aun asumiendo, a efectos dialécticos, que lo fuera, tiene el fracaso garantizado porque es científicamente imposible que el estado disponga de la información necesaria (que es subjetiva, dispersa, tácita, no articulable y en continua evolución) para planificar la sociedad desde arriba y lograr un reparto equitativo de los bienes. Aparte del problema de incentivos. Los fracasos, uno tras otro, seguramente son consecuencia de esta realidad.
Y, por último, vuelvo a insistir: público = coacción = ausencia de libertad. La coacción es contraria a la dignidad humana, en tanto que suplanta su voluntad con los deseos de otros. La coacción, legítima o no, institucional o espontánea, extirpa al ser humano de su bien más preciado, que es su persona. A mi esto me parece moralmente reprochable (por muy democráticamente que hayan sido elegidos los que coaccionan), pero es que además así es imposible coordinar una sociedad (a no ser que la coordinación consista en que todo el mundo se pliegue al criterio de una minoría).
Además de que es imposible que el estado valore el esfuerzo de cada uno como para redistribuir la riqueza de forma equitativa, porque si no se puede valorar es imposible que sea de forma equitativa.
P. d. De nosotros depende el que la gestión de la sanidad, educación, pensiones lo sigan llevando estos políticos corruptos o pasemos su gestión a la sociedad civil ( al pueblo) privatizándola y liberalizándola para que sea el ciudadano el que vele por la buena gestión de su dinero.  Recuerda: Público = coacción = ausencia de libertad= pobreza.  No te dejes manipular por las masas, ten actitud crítica.

La Bolsa y Economía