Desmintiendo muchas falsedades de los países nórdicos

Dinamarca en el índice de libertad económica  es la novena económía más libre del mundo ( Finlandia ocupa el puesto 16, Suecia el 18 y España el 46) y si de los 10 puntos que valora ese índice ( derechos de propiedad, libertad frente a la corrupción, libertad fiscal, laboral, empresarial, monetaria, gasto público, libertad comercial, de inversión y financiera) , si quitáramos sólo la libertad fiscal y su gasto público de esa evaulación, tendríamos a la economía más libre económicamente del mundo incluso por delante de Singapur  y Hong Kong.
 Mas ejemplos, en el Doing Business ( libertad para hacer negocios )del Banco Mundial, Dinamarca es quinta, Noruega sexta, Finlandia undécima y Suecia decimocuarta (España está en el puesto 44, justo por delante de Túnez)Hay muchas cosas que aprender de ellos: su cultura empresarial, sus leyes comerciales o el control que ejercen sobre sus políticos. 
En Suecia no existe legislación en tema de indemnizaciones por despido y el contrato es cosa de empleador y empleado, se deja completamente al acuerdo entre ambos y el Estado no dice nada sobre él. Sí señores, esto sucede en Suecia, un país en el que el sueldo medio es de 3733 € mensuales sin la intervención del Estado ni sindicatos en ningún momento. Pero aquí en España, el Estado sigue entrometiéndose y queriendo ser nuestro “padre”.
Pero sigo contando cosas:Se ha publicado en Suecia un importante libro del economista de la Universidad de Lund Andreas Bergh: Den kapitalistiska välfärdsstaten (“El Estado del Bienestar capitalista”) .
En esta obra, Bergh explica lo que Mario Vargas Llosa había señalado en 2005, que Suecia ha logrado una cierta cuadratura del círculo al desarrollar la economía más competitiva de la UE, brutalmente productiva y conectada y con altas cotas de libertad, sin dejar de mantener una presión fiscal muy alta. Los suecos aceptan los impuestos porque el Estado es eficiente y su dinero está bien gestionado.
La revista Reason le ha hecho una entrevista de unos 10 minutos en la que el autor explica que el éxito de Suecia no se debe al socialismo sino a las reformas de los años 90, cuando se puso orden en el sector bancario, se liberalizó la economía y se bajaron los impuestos. En poco tiempo, la economía sueca alcanzó altas cotas de innovación e inversión.
Me parece especialmente interesante la forma en que Bergh explica la importancia del “cheque escolar” en el renacimiento del sistema educativo sueco, y alerta sobre el camino contrario que parece estar tomando los EEUU
Http://m.youtube.com/watch?v=vG51uCrYxVM
¿Cuántos de los lectores saben que los trabajadores suecos ya han conquistado el derecho de disponer libremente de parte de sus ahorros para la jubilación colocando estas sumas en una gran variedad de fondos alternativos?
¿Cuántos de los lectores saben que en Suecia funciona desde hace años y con absoluto éxito el sistema de vouchers o cheque escolar promocionado desde hace tantos años por Milton Friedman para estimular la competencia entre colegios y escuelas y permitir a los padres de familia una mayor libertad de elección de los planteles donde quieren educar a sus hijos? Yo, por lo menos, lo ignoraba. Antes, en Suecia, uno «pertenecía» obligatoriamente a la escuela o el hospital de su barrio. Ahora, decide libremente dónde quiere educarse o curarse, si en instituciones públicas o privadas -con o sin fines de lucro- y el Estado se limita a proporcionarle el voucher con que pagará por aquellos servicios. La multiplicación de colegios y hospitales privados no ha empobrecido a las instituciones públicas; por el contrario, la competencia a que ahora se ven sometidas las ha dinamizado, ha sido un incentivo para su modernización.
Las reformas han desmantelado una serie de monopolios estatales, privatizando total o parcialmente numerosas empresas en el área de telecomunicaciones, transportes urbanos, infraestructura y producción de energía y mediante la desregulación de otros campos donde, en la actualidad, las empresas públicas se ven forzadas a competir con las privadas en condiciones más o menos equitativas. Todo lo cual, dice Mauricio Rojas, ha ido convirtiendo «a Suecia en una sociedad de bienestar mucho más humana y libre, donde una multiplicidad de actores tanto públicos como privados participan como productores y donde el consumidor ha logrado una libertad de elección cada vez más amplia».
Saludos

La Bolsa y Economía