Nokia muestra signos positivos en sus últimos resultados fiscales

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Nokia acaba de presentar los resultados fiscales correspondientes al primer trimestre del año 2013 (enero-marzo). Aunque los resultados no son espectaculares sí que muestran algunos signos de esperanza para la compañía finlandesa que desde hace años no levanta cabeza.

En los primeros tres meses del año Nokia generó unos ingresos de 5.852 millones de dólares, un 20% menos que en el mismo trimestre del año pasado. Esta caída en el nivel de ingresos viene acompañada de unas pérdidas de 150 millones de euros, devolviendo por lo tanto a Nokia a los números rojos después de un último período del 2012 prometedor.

Buenas ventas de Lumias

Los signos más positivos para la compañía están en el número de smartphones Lumia vendidos, que alcanzaron los 5.6 millones en el primer trimestre del año y que supone la cifra más alta para la compañía desde que lanzó esta nueva gama de dispositivos al mercado. En el trimestre anterior Nokia colocó en el mercado 4.4 millones de teléfonos Lumia. De los 5.6 millones vendidos, Nokia afirma que al menos dos tercios tenían Windows Phone 8, la última versión del sistema operativo de Microsoft por la que la compañía finlandesa ha apostado desde el principio.

Europa y la zona Asia-Pacífico continúan siendo las más importantes para Nokia en volumen de negocio. Las malas noticias vienen con el mal comportamiento de la compañía en Estados Unidos, donde sólo fue capaz de vender 400.000 Lumias, un 33% menos que en el período anterior.

Como bien apuntan nuestros compañeros de Xataka, la publicación de los últimos resultados muestra también el final de Symbian, que cada vez tiene un menor protagonismo dentro de la empresa y que ve como Asha le está arrebatando mercado a pasos agigantados.

Signos positivos pero queda mucho por andar

En anteriores ocasiones ya hemos comentado la situación en la que se encuentra el que hace años fue líder mundial en telefonía móvil. Desde la llegada de Stephan Elop (ex-Microsoft) Nokia ha apostado por dos estrategias fundamentales para salir de dicha situación.

Por un lado un recorte importantísimo de gastos que incluye el despido de 10.500 trabajadores, muchos de ellos en su sede principal en Espoo, Finlandia. Y por otro lado la alianza firmada con Microsoft hace ya unos años para convertirse en un compañero importante de la empresa de Redmond a la hora de comercializar Windows Phone y los teléfonos Lumia antes mencionados.

Sigue siendo muy pronto para valorar en su justa medida los movimientos de Elop y el resto de directivos de la compañía. Con los resultados de hoy se observan signos positivos pero a Nokia todavía le queda mucho por andar para volver a ser la que era. Si es que todavía está a tiempo.

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