Uno de los mayores desafíos por parte de los pequeños y medianos inversores es encontrar una estrategia certera para que les protejan ante las posibles pérdidas que puedan desarrollar en sus inversiones en renta variable, fundamentalmente en el sector de la bolsa. Bien es cierto que no hay ningún modelo que asegure esta posibilidad en su totalidad, pero sin duda que tendrán mecanismos suficientes para encontrarlos. Uno de los métodos más populares, y a la vez efectivos, consiste en introducir una orden “stop loss” de venta que limite las pérdidas.
Pero, ¿en qué consiste concretamente esta operación bursátil? Está concebida para vender las acciones, y condicionada a que el precio alcance un determinado valor. Se constituye como una herramienta que disponen todos los inversores para limitar sus pérdidas en los mercados bursátiles, y en cualquier momento. Eso sí, deberá conocer previamente el nivel de minusvalías que podrán asumir en cada una de las operaciones, y para conseguirlo activarán esta orden para que la ejecute el broker conforme a las preferencias de los ejecutantes.
Es fácil de desarrollar, y no tiene ningún coste monetario para los usuarios, ni comisiones ni gastos de ningún tipo. Solamente requiere de un cierto aprendizaje en su uso, para que su puesta en marcha se desarrolle adecuadamente, para confirmar las expectativas de los ordenantes. Tratándose, en cualquier caso, de una operación especialmente útil en los proceso bajistas de los mercados bursátiles, en donde el riesgo de devaluación de las acciones es muy notable.
Es una estrategia que se utiliza frecuentemente para preservar el capital de los inversores, y que las pérdidas no puedan agudizarse más. Y para que de esta manera, los usuarios solamente afronten aquellas mermas monetarias que sus economías domésticas puedan soportar. En unos casos puede ser del 3%, en otros del 5%, y en los perfiles más agresivos incluso más elevadas. Dependerá del nivel que pueda soportar cada usuario, que no siempre es el mismo. Y ayudando a que sus precios se vayan depreciando en los mercados financieros, que es el objetivo final de esta orden bursátil.