Bolsas emergentes

bolsas internacionalesBuena parte de las miradas de los inversores más experimentados se han vuelto a los mercados emergentes. Sus potenciales de revalorización son muy altos, aunque también las posibilidades que pierdan parte de las aportaciones realizadas. Son mercados muy volátiles, en donde las diferencias en los precios máximos y mínimos en una misma sesión bursátil pueden incluso superar el 3%. Precisamente estas particularidades son las que las conforman como uno de los objetivos predilectos de los usuarios bursátiles, especialmente los de perfil agresivo.

 

El problema se presenta cuando el ahorrador desea formalizar sus operaciones con alguna plaza bursátil de estas características. En muchas de las ocasiones es muy difícil hacerlo con su entidad, por lo que habrá que cerciorarse si operan realmente con estos mercados. En caso positivo, habrá que tener también en cuenta que las comisiones que aplican son más elevadas que en los mercados tradicionales. Y que cuentan con la desventaja que muchas de las bolsas emergentes disponen de horarios diferentes al de las plazas europeas, y por tanto serán más difíciles de seguir sus movimientos.

 

No obstante, hay otro modelo más sencillo para tomar posiciones en los emergentes. A través de los fondos de inversión basados en estos mercados, y cuya oferta cubre a infinidad de propuestas, que podrán ser seleccionadas en función de las preferencias de los clientes. Y con unas condiciones de contratación que son completamente iguales que las presentadas por otros fondos de inversión de diferente naturaleza. Si acaso, un ligero incremento en algunas de sus comisiones, pero nada más.

 

En cualquier caso, no es conveniente destinar todos nuestros ahorros a esta clase de inversión, sino que será suficiente con un máximo del 15% sobre el capital disponible, y siempre en los países que cuenten con mejores perspectivas de crecimiento. Siempre será deseable que estas inversiones vayan a un plazo de permanencia a medio y largo, para obtener la máxima rentabilidad posible. Y, si por cualquier circunstancia no se desarrolla tal y como preveíamos, no tendremos más solución que cerrar las posiciones rápidamente, para evitar más pérdidas que se reflejarán en nuestro estado de cuentas.