Economía: Vivir con deudas

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En el mundo actual, nadie compra sin sus tarjetas de crédito. El pequeño cartoncito que nos ata y nos va devorando de a poco. ¿Tiene que ser siempre así?

Es muy fácil pagar con tarjeta de crédito. Entregas el plástico al vendedor y voilá. Te llevas tu compra feliz y contento El problema llega al momento de pagar las cuentas. Hay personas que no saben controlarse y luego tienen problemas para pagar sus deudas. La tarjeta de crédito puede ser nociva para nuestra economía. Depende exclusivamente de el uso que le demos.

No todo es gris y oscuro. Las tarjetas nos traen un montón de beneficios si sabemos utilizarlas. Para empezar nos permiten la financiación en cuotas. Algunos bancos ofrecen cuotas sin interés, que son la mejor manera de dividir nuestro gastos y poder acceder a cosas que de otra manera no hubiéramos podido.

Si eres una persona organizada y responsable con tus cuentas, tendrás más beneficios. Los bancos llevan un registro de las personas que pagan al día y las que no. En el momento que necesites pedir un préstamo, tendrás mejores posibilidades y ofertas si eres un buen pagador.

Por otro lado, tiene algunos aspectos negativos. Si no nos sabemos medir y no tenemos en cuenta nuestro presupuesto real, podemos excedernos en el uso de la tarjeta. Esto implica que lo que gastamos es mayor a lo que realmente nos ingresa.

Como consecuencia de este exceso debemos recurrir al pago del monto mínimo: el peor enemigo. Los bancos ofrecen esta opción de pago, con intereses muy altos. Al fin de cuentas, terminamos pagando mucho más dinero de lo que el producto o servicio realmente valía.

Es por eso que debemos ser cuidadosos con el uso de las tarjetas de crédito. Si no queremos destruir nuestra economía debemos ser lo más ordenados y precavidos posible.